BLOG DE VIAJES 12

Los alrededores de Roma

CARACTERISTICAS Es una zona muy particular de Roma. Caminos y autopistas muy transitados. Corazón de la cultura clásica

HISTORIA Esplendor de la cultura romana. Estilos renacentista y barroco.

CLIMA Ideal todo en otoño y primavera

COMIDAS TÍPICAS Pastas en todas las versiones. Pizzas (no como las argentinas). Cafés. Postres de crema, ricota y facturas. Mazapán. Tiramizú, canolis, casatas y helados

RECOMENDACIONES La siesta es rigurosa…todo cerrado desde el mediodía hasta las 15hs. Mucho calor, desde la primavera en adelante. En los Museos, sacar las entradas con anticipación. Largas filas para ingresar a museos y lugares famosos. Las ruinas al aire libre, están desprovista de sombras. Llevar protección solar y ropa liviana

ROMA

La ciudad Eterna, increiblemente bella, no se agota en un viaje, ni en diez, Como lo hice a lo largo de mi vida. Cada calle, colina, plaza y monumento, tiene una sorpresa nueva y un foco especial de atención, por su belleza, por su historia o por sus recuerdos.

En este Viaje, nos remitiremos a los monumentos y viajes posibles alrededor de Roma: Puerto de Ostia, Villa Adriano, Villa d’Este, Cinecitta, Via Appia Antica ,las Catacumbas y la ciudad satélite E.U.R.

PUERTO DE OSTIA ANTICA

Salir de Roma desde la Puerta de San Pablo, la puerta vecina a la Pirámide de Caio Cestio. Tomar la Via Ostiense, rumbo al mar, también llamada Via dei Mare o Autopista 8 y 8bis. En caso de viajar en tren, muy conveniente, al frente de la misma Puerta ingresar a la Estación de Trenes Ostia-Lido y sacar billete par air a Ostia Antica.

Dista unos 30 km de Roma. Bajar del tren en la Estación Ostia y cruzar la Autopista por medio de un puente peatonal y llegar al Portal del Parque Arqueológico de Ostia Antica, pagar el ingreso y esperar al guía. El complejo está abierto de martes a domingo de 8:30 a 16:30 hrs. La entrada cuesta 11€

Esta ciudad fue construida como puerto principal de Roma, situado en la desembocadura del río Tíber, lo que permitía la descarga de los barcos marítimos, depositar la mercancía o trasladarla por via fluvial a la misma metrópolis, a veces con la misma embarcación. Posteriormente se construyó otro puerto más al norte, el Portus Trajani, que rivalizó con el primero y con la caída del imperio, los constantes ataques de piratas árabes, el declive del comercio y una epidemia de malaria que arrasó la zona, Ostia fue abandonada y cayó en el olvido, hasta el punto que (felizmente) quedó sepultada bajo la arena.

Durante la Edad Media muchas piedras de su ciudad fueron utilizadas para construir edificios en varios puntos del país y sufrió robos y expropiaciones. Desenterrada en gran parte, hoy luce impactante, al punto de eclipsar a Pompeya.

Desde el ingreso se recorre primeramente la via principal de llegada, la Via Ostiense, en cuyos costados se amontonan tumbas, tal cual la costumbre romana y podemos ver:

Necrópolis: Observamos tumbas que datan del siglo I d.C cuando era costumbre incinerar los cuerpos y depositarlos en Columbarios, nichos destinados a albergar urnas con las cenizas de los muertos y sepulcros de familias enteras.

Plaza de la Victoria: Se accedía a través de la Puerta de Roma, una de las principales que daban entrada a la antigua ciudad de Ostia. En ella podemos contemplar una estatua de la Victoria Nike (alada) que representaba a Minerva victoriosa, diosa de la libertad ciudadana.

Foro: Constituye el centro neurálgico del lugar y donde se concentraban muchos de los edificios religiosos y civiles más importantes de la ciudad. Tiene planta rectangular y alrededor se sitúan el Capitolium o el Sacello dei Lares Augusti, un pequeño templo circular dedicado al dios Lares Augusti, protector del emperador. Y un poco retirado, pero relacionado con lugar, podemos ver los restos de lo que fueron las letrinas públicas, en las termas más importantes de Ostia.

Capitolium: Situado en uno de los extremos del foro y encima de una colina artificial, fue construido durante el reinado de Adriano y fue un templo dedicado a Vulcano, uno de los principales dioses adorados en Ostia. El imponente templo llegó a medir más de 20 metros de alto, con una gran escalera que dan acceso a lo cella, habitación principal recubierta de mármol y rodeada por 10 columnas de mármol.

Teatro: Fue construido durante el mandato de Marco Agripa, entre el 18 y el 12 a.C y podía albergar hasta 3000 espectadores. Fue ampliado y renovado en varias ocasiones, aunque su aspecto actual no ha variado mucho. Hoy en día todavía se sigue utilizando para representaciones culturales. Está adornado con unas máscaras del llanto y la risa, muy hermosas. En un costado, aparece un Altar de Sacrificios, con preciosos sobrerelieves en mármol.

Plaza de los Gremios o Corporaciones: Este lugar fue construido durante la época de Augusto y está situado justo detrás del teatro. En esta plaza estaban ubicados los despachos de los hombres y mercaderes más importantes de la ciudad, bancos, casas de cambio y un templo dedicado a Ceres, diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. A lo largo de la historia el complejo ha sufrido varias remodelaciones, y se pueden admirar algunos mosaicos que identifican donde estaban situadas las distintas oficinas de las corporaciones. Los mosaicos de todo el lugar son en blanco y negro y adornan el entorno varias estatuas de tamaño natural.

Almacenes u Horreas: Eran antiguos depósitos donde se almacenaban las mercancías. En Ostia había varios, algunos de los más destacados son la Horrea de Hortensio, de Artemisa y la de Epagathiana o Horrea de los Dolia, donde se llegaron a encontrar más de 100 ánforas utilizadas para el almacenaje de vinos y aceites.

Thermopolium de la Calle Diana: Esta antigua taberna estaba destinada a la venta de comida y bebida calientes. Data del siglo III d.C y hoy en día todavía podemos ver la barra de mármol, antiguas vasijas y algunas pinturas muy bien conservadas. En la parte trasera tenía un patio con una fuente donde posiblemente se servía la comida al aire libre en los días de verano.

Termas de Neptuno: Estas termas se comenzaron a construir bajo el mandato de Domiciano aunque finalmente fue Antonino Pío quien las terminó. Un gran mosaico de Neptuno es el que da nombre a estas espectaculares instalaciones, aparece el dios desnudo, empuñando un tridente, subido en una cuadriga tirada por caballos y rodeado de monstruos marinos. Las termas ofrecían a los romanos que se acercaban hasta allí varias piscinas de agua fría, templada y caliente, gimnasio, sauna y letrinas por un módico precio. Desde una especie de torre podemos admirar el famoso mosaico de "El triunfo de Neptuno" y alguno más.

Hacia un costado de las ruinas, existeun pequeño Museo, conservando parte de las muchas esculturas y decorados descubiertos en el lugar, un moderno restaurante, kiosco y servicios sanitarios.

VILLA ADRIANO Y VILLA DEL ESTE

Este doble programa en una misma ciudad, Tívoli son ambos, Patrimonios de la Humanidad. Tivoli es un municipio de la gran área metropolitana de Roma en la región del Lacio. A pesar de su pequeño tamaño y su proximidad a la ciudad eterna, tiene una gran variedad de fantásticas atracciones y sitios y es un gran lugar para visitar. Esta comuna fue fundada en la época romana y fue un importante asentamiento durante el reinado del emperador Adriano debido a su ubicación estratégica sobre el río Aniene.

Entre los famosos que tuvieron villas, figuran los poetas Cátulo y Horacio, los asesinos de César, Bruto y Casio y los emperadores Trajano y Adriano. Durante la Edad Media, quedó bajo el control de los Estados Pontificios y fue fortificada con una red defensiva de murallas.

En la época del Renacimiento, se construyó la magnífica Villa d’Este y la comuna siguió prosperando. Hoy en día, Tivoli tiene una economía basada en sus canteras de travertine y en el turismo. Dista unos 31 km de Roma.

VILLA ADRIANO

Fue construida por el emperador Adriano como residencia veraniega imperial a partir del 117 d.C., la construcción fue realizada sobre la base de una villa preexistente propiedad de Vibia Sabina. La zona elegida era rica de agua y por ella pasaban cuatro de los antiguos acueductos que abastecían Roma (Anio Vetus, Anio Novus, Aqua Marcia y Aqua Claudia).

En el entorno se encuentra el nacimiento del manantial de agua sulfúrea de Acque Albule (hoy en día son los Baños de Tívoli), conocida y sumamente apreciada por el emperador. Si bien presenta el lenguaje y la iconografía arquitectónica tradicional de la época, fue proyectada de manera distinta y original.

La estructura de la villa. La villa está formada por una serie de edificios estrechamente vinculados entre sí, cada uno de los cuales tenía una función bien precisa. Las simetrías y dependencias de los edificios, unidos entre ellos por puntos de acceso vigilados para garantizar la seguridad y la privacidad, prueban que formaban parte de un único conjunto monumental a imagen y semejanza de la grandeza del culto al emperador.

De hecho, como manifestación de sus propias inclinaciones, el emperador quiso copiar en su morada y a escala real, los lugares y monumentos que le habían fascinado en sus numerosos viajes, especialmente de Grecia y Egipto, de allí que se considera un gran museo de reproducciones al aire libre.

En la villa se pueden admirar el Pecile, un enorme jardín rodeado de un pórtico con una piscina central que se utilizaba para disfrutar de los paseos tanto estivales como invernales; las Termas Grandes y las Termas Pequeñas, estas últimas dotadas de un frigidarium al aire libre y de una sala redonda con cúpula de cajetones en la que se abrían cinco grandes ventanas. Decorados con preciosos estucos, estos edificios venían dedicados a la familia imperial y a sus huéspedes.

Las Termas Grandes, presentaban un sistema de calefacción que discurrían por debajo del pavimento en una imponente sala circular habilitada como sudatio. Destaca la cubierta de crucería de la sala central, hasta hoy en perfecto equilibrio a pesar de haber caído uno de los cuatro puntos de apoyo. Entre los lugares relativamente bien conservados de la villa destacan la academia, el estadio, el palacio imperial, la Sala de los filósofos, el Teatro griego y la Plaza de oro, una majestuosa estructura que desarrollaba funciones de representación e incluía un vasto peristilo enriquecido con finísimos estucos.

El espléndido Teatro Marítimo es una especie de isla con una columnata jónica, rodeado por un canal. Era aquí era donde el emperador se retiraba para meditar en tranquilidad. Tal vez la más ambiciosa de las réplicas sea el Canopo, un largo curso de agua adornado con columnas y estatuas que culmina en un templo cubierto con una cúpula gallonada, las ruinas de dos espacios termales y que es copia de un santuario dedicado al dios Serapis, cerca de Alejandría.

También había teatros, bibliotecas griegas y latinas, casas para huéspedes y habitaciones de servicio, con una serie de pasadizos ocultos y bajo nivel para que no se viera el personal de mantenimiento y sirvientes. (algo así como ocurre en los parques de Disney).

Visitar la Villa, con guía para no perderse, depara una sensación de fastuosidad, elegancia y riqueza, puesta al servicio del placer y el buen vivir. A la salida del parquet Arqueológico, donde se debe caminar mucho, un especie de Museo didáctico, muestra una maqueta de grandes dimensiones, donde se aprecia la importancia de la obra. Sugiero verla antes y no después.

VILLA D’ESTE

La Villa ocupa el antiguo emplazamiento de un viejo convento franciscano. En el siglo XVI el cardenal Hipólito d’Este, hijo de Lucrecia Borgia y nieto del Papa Alejandro VI, construyó en el predio un fastuoso palacio y en sus terrenos aledaños, aterrazados y en declives abruptos, un hermoso jardín cubierto de plantas exóticas e increíbles fuentes de agua, todo en estilo manierista, propio del arte pos-renacimiento y antes del barroco.

Posteriormente la Villa de Este fue adquirida por el Estado Italiano después de la Primera Guerra Mundial, restaurada y amueblada de nuevo con pinturas de los almacenes de la Galería Nacional de Roma. En nuestros días la villa acoge el Museo Didáctico del Libro Antiguo, un museo educativo sobre el estudio y la conservación de libros antiguos.

Los jardines. Se aprovechó plenamente el terreno de la espectacular ladera, pero requirió innovaciones civiles para traer el agua suficiente para abastecer todos los chorros, cascadas y juegos de agua que decoran los jardines. Tomando la inspiración, muchas estatuas y gran parte del mármol usado en la cercana Villa Adriano y reviviendo técnicas romanas de ingeniería hidráulica, el cardenal creó un elaborado jardín de fantasía, cuya mezcla de elementos arquitectónicos y juegos de agua tuvieron una enorme influencia posterior, en el diseño de otros jardines en toda Europa.

El plan del jardín se organiza en torno a un eje central con transversales secundarios que lo cortan, refrescado por alrededor de quinientas salidas de agua, proporcionada por el río Aniene, que en parte es desviado a través de la ciudad, una distancia de un kilómetro y por el manantial Rivellese, que alimenta una cisterna por debajo del patio de la villa.

La terraza más alta de la Villa acaba en una balconada con balaustrada, con una vista general sobre los terrenos que quedan por debajo. Las terrazas siguientes permiten descender por medio de escaleras amplias y sumamente decoradas, para dar paso a sucesivas fuentes: La gruta de Diana, la Fontana del Bicchierone, el complejo de fuentes denominado la Rometta, las cien fuentes en el siguiente nivel, la Fontana dell'Ovato, la fuente de Hipocrene en el Parnaso, hogar de las Musas, la “fuente de los dragones” que domina la perspectiva central de los jardines y la “fuente de Neptuno”.

En el palacio se organizan exposiciones periódicas renovadas cada tanto.

Tuve la oportunidad de visitar la estupenda “Muestra Antológica del arte de Franco Zeffirelli” (mi ídolo artístico) donde se exhibían, bocetos, cuadros, decorados para las óperas, joyas diseñadas para sus películas, disfraces y vestimentas, sombreros y tocados, espadas y armas de utilería, libros, revistas y fragmentos de los filmes más famosos. Una verdadera fiesta inolvidable.

CINECITTA

Aunque no está fuera de los muros de Roma, resulta una excursión atrapante, especialmente a los amantes del cine. Esta “Fábrica de Sueños” se sitúa al sur oeste de la ciudad, sobre la avenida rumbo a la Via Tuscolana, un “país de las maravillas” de más de 400 mil metros cuadrados donde nacieron obras maestras del cine italiano y mundial durante más de 70 años.

La idea de su fundación aparece en los años treinta, durante el régimen fascista de Benito Mussolini, en un intento de competir con los estudios de Hollywood en Estados Unidos y como arma de propaganda política para emular a la Alemania nazi Los estudios son inaugurados el 28 de abril de 1937. En este mismo año se rodaron 19 películas y en los siguientes varios cientos de filmes más.

En los estudios de Cinecittà se realizaron más de 3000 películas de las cuales 90 obtuvieron la nominación a los premios Oscar y 47 lo ganaron. Desde superproducciones como “Quo Vadis?“, “Ben Hur”, “Cleopatra”, hasta la polémica de Fellini “La Dolce Vita”; de la película de época “El Barón de Münchhausen” a la romántica “El Paciente inglés”; de la obra de Scorsese “Gangs of New York”, al musical “Nine”, hasta las aventuras de “Misión Imposible 3”.

Para homenajear al cine, los estudios tienen una muestra permanente denominada: Cinecittà si Mostra. Una exposición que ofrece un recorrido por la historia de este lugar a través de la exposición de trajes de escena, proyecciones de escenas de películas, reconstrucciones de los escenarios cinematográficos, reseñas, fotografías y objetos que pertenecieron a los hombres que contribuyeron a la construcción de esta fábrica de sueños. Esta exposición nació para homenajear a todos los que trabajaron en Cinecittà: desde los directores a los actores, de los productores a los autores y también a todos los que contribuyeron a convertir algo inmaterial en algo real.

El recorrido propuesto por la exposición reproduce las fases de realización de una película: de la escenificación a la postproducción, a través de los trabajos y de las profesiones que permiten realizar una película.

Muchos son los espacios expositivos, tanto en interiores como al aire libre: del Palacio de la Dirección General, al Palacete de Fellini, a través de la Avenida Brodway, de los escenarios de la ciudad de New York de los años 30 a los Foros de la Roma Imperial. Un recorrido que se desarrolla en el parque y donde se pueden admirar los edificios históricos de arquitectura racionalista y las esculturas construidas para las películas, como la gigante cabeza semienterrada para el film “Casanova” . Luego se pueden visitar teatros y talleres donde se hace el proceso de producción de una película por entero.

La exposición permite que el visitante sea guiado a través del mundo del cine por sus protagonistas, a lo largo de un recorrido donde el trabajo de cada uno es fundamental para alcanzar el resultado común. A partir de la sala de los trajes de escena, donde se pueden admirar el talento y la habilidad de las modistas y de los diseñadores, se muestran varios vestuarios usados por las estrellas de cine durante el rodaje de importantes producciones.

La sala dedicada a la escenografía, rinde homenaje al talento y al ingenio de los escenógrafos y de los decoradores.El recorrido continua por la sala de postproducción, donde se encuentran explicados los detalles técnicos del proceso que sigue el rodaje de la película: desde el montaje hasta el desarrollo de películas y luego su impresión.

Al final, el visitante es guiado hasta el Palacete de Fellini, donde se encuentra una exposición sobre la historia de Cinecittà y de sus protagonistas en las salas dedicadas a los productores.

Un lugar maravilloso donde los mitos del pasado y del presente, la pasión creadora, el entusiasmo, el profesionalismo y las tecnologías se mezclan para dar fuerza al cine italiano e internacional.

Recomiendo dedicarle buena parte del día para este recorrido impactante, soñado, irreal y mágico…sólo comparable con Disneylandia o Eurodisney. Quién no se sorprende ver el manto y la túnica de Nerón de “Quo Vadis?”, o el vestido de “Cleopatra”, la suntuosidad de “La fierecilla domada” o los ampulosos trajes de “El Gatopardo”, pasando por los vaqueros de los western.

Maquetas de Roma antigua, de “El hombre de la Rosa”, estatuas de yeso copiando “La Piedad”, columnas romanas, griegas, dóricas o corintias, orientales o de Arabia, el set de “Roma” o la plaza de Asís en tamaño real para “San Francisco”, el palacio de Herodes para “La Pasión” o las calles de New York.

Para culminar este viaje de sueños, recomiendo tomar algo en la confitería del lugar, ambientado como un set, pedir autógrafos a alguna actor que esté filmando en ese momento o ir al baño, en el mismo lugar que se lavó las manos tu estrella soñada…

VIA APPIA Y LAS CATACUMBAS CRISTIANAS

Saliendo de Roma por la Puerta de San Sebastián, tomar la Via Appia Antica. Esta ruta fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma, que unía la ciudad con Brindisi, el más importante puerto comercial con el Mediterráneo oriental y Oriente Medio. Para su realización se siguió un proyecto sorprendentemente ‘moderno’ ya que, gracias a un sistema de circunvalaciones, dejaba de lado los centros habitados y superaba, con imponentes obras de ingeniería, grandes dificultades naturales como la zona pantanosa pontina.

El primer tramo, hasta Terracina, era una largísima recta de 90 km de los que los últimos 28 estaban dotados de un canal de bonificación que permitía alternar el viaje en barca con el viaje en carro o a caballo. La vía tenía una longitud total de 195 km y se realizaba normalmente en 5 o 6 días de camino. Tenía un ancho de 4,50 m y permitía el paso de dos carros a la vez.

Luego de pasar el mojón que indica la Primera Milla, en un edificio, algo tosco, funciona el Ente del Parque Regional de la Vía Apia, allí se puede recabar información turística y contratar guías de turismo. El camino es agradable, algo solitario y repleto de referencias, ruinas y edificios,que necesariamente se deben remitir a alguna guía para identificarlos.

Se podrán ver el Sepulcro de Geta, la pequeña Iglesia de Quo Vadis, las Catacumbas de San Calixto, los restos del circo de Majencio, el acueducto de Claudio, la tumba de Cecilia Metela y otros tantos monumentos. En la zona, se puede también visitar Las Fosas Ardeatinas monumento histórico moderno que recuerda el fusilamiento de 335 prisioneros, fusilados la noche del 24 de marzo de 1944.

LA CATACUMBAS

Las catacumbas de Roma son uno de los lugares más característicos de la Ciudad Eterna. Desde tiempos remotos la ley romana prohibía enterrar a los muertos dentro de la ciudad. Las necrópolis, por lo tanto, se situaban fuera de las murallas, a lo largo de las principales vías consulares que salían de Roma. De ahí que sea en estas zonas periféricas en donde se encuentran las catacumbas. Por otro lado, los primeros cristianos se debían ocultar por tener su religión perseguida, por lo que necesariamente sus muertos debían estar escondidos en cuevas subterráneas.

De hecho, las Catacumbas más famosas de Roma se encuentran a lo largo de la Vía Appia y constituyeron el cementerio cristiano más importante de Roma y el que fueron enterrados muchos papas y mártires. Las más importantes son: Catacumbas de San Calixto, cuyas galerías están distribuidas en cuatro planos y ocupando un área de más de 12.000 metros cuadrados.

Los núcleos principales se encuentran en las “regiones” de Calixto (Cripta de los papas), de Santa Cecilia y las conocidas como criptas de Lucina. Catacumbas de San Sebastián, Catacumbas de Domitila, Catacumbas de Priscila y Mausoleo de Santa Constanza, que también dispone de unas importantes catacumbas en su subsuelo.

E.U.R.

La ciudad satélite de Roma o el barrio EUR, ahora llamado Europa, está ubicado en el sur de la capital y fue estandarte de la época fascista ya que esta zona se desarrolló en 1935 a instancias de Benito Mussolini y dentro del marco de la Exposición Universal Europea de 1942. Un paseo por las calles del barrio revela de inmediato su personalidad racionalista y la grandeza de sus edificios. Las obras para su construcción fueron rápidas y muy exigentes.

De la ferviente actividad de algunos arquitectos famosos, nacieron las primeras construcciones imponentes y geométricas, como la plaza Coliseo, el Obelisco y la Basílica de los Santos Pedro y Pablo.

El EUR es un área muy particular de calles anchas, enormes edificios de mármol blanco y una posición privilegiada con el Tiber al oeste y Laurentina al este, que lo convierten en el buque insignia de toda el área metropolitana. En los últimos años, tanto los edificios privados como los de oficinas y los centros comerciales han aumentado exponencialmente, con la construcción de rascacielos muy modernos y edificios con arquitectura original.

En la zona hay algunas de las estructuras más importantes de Roma, como los tres ministerios, el SIAE y la sede de Poste Italiane. Al mismo tiempo, el EUR es un oasis natural lleno de vegetación y espacios amplios para buscar un respiro del estrés de la ciudad. En su parte central se extiende el llamado Laghetto, una sugerente zona navegable con fuentes, juegos de agua y un gran parque donde hay deliciosos bares y diferentes atracciones para los más pequeños. El barrio se presta para visitas turísticas de varios tipos: desde un paseo para admirar las estructuras arquitectónicas ya mencionadas, la diversión para los niños o hasta para pasar unas horas de compras.

En el barrio se emplaza, Euroma 2, uno de los principales centros comerciales de la ciudad, un Shoping con más de 200 negocios. Además existen los mejores clubes nocturnos de Roma, zonas deportivas y los más afamados restaurantes.

Particularmente recomiendo visitar este popular y moderno barrio y no perderse para nada ir al Museo de la Civilización Romana, donde se puede ver la maqueta de Roma antigua, tal como lucía en su esplendor, a fines del gobierno de Trajano. También piezas y reproducciones de estatuas, columnas, adornos, relieves, armas, escudos y maquinarias de guerra.

CALCATA

Tan sólo a 50 km al norte de Roma y a 50 km de Viterbo se halla esta ciudadela encaramada en una roca, casi imposible de creer que exista y casi imposible de acceder. No se puede entrar con el auto ya que no hay calles y menos lugar para estacionar. Para los más atrevidos viajeros, les recomiendo esta joya, absolutamente desconocida y mágica.

A principios de los años sesenta, quizá por casualidad, tanto bohemios como hippies redescubrieron este tesoro medieval aislado entre montañas. Un paraíso implantado sobre una meseta elevada de piedra caliza, rodeado de un bosque cuyo final la vista no alcanza. Desde entonces y durante más de cuatro décadas, el goteo de habitantes, liderado por artistas, escritores y hippies new age, ha sido lento, pero constante.

Durante todo el año se celebran conciertos y exhibiciones en su centro cultural. La plaza principal está rodeada de galerías de arte y tiendas de artesanía. Por las noches, la música en vivo en La Grotta dei Germogli, restaurante y asociación cultural, pone la guinda sonora a un ambiente ya de por sí mágico. Los habitantes de Calcata logran que ese encanto, que tiene algo de sobrenatural, sea posible. Son también la razón de que la villa se haya convertido en un punto de referencia turístico.

Los visitantes pueden sentir y ver el arte en la calle o relacionarse con los artistas en sus estudios. Casi todos los habitantes de Calcata son extranjeros. Esa es la peculiaridad que la hace única. Si de algo se puede disfrutar en Calcata, además del arte y de la naturaleza, es de la comida. El Grial hace pasta casera, y en La Piazzeta el visitante se sentirá como en casa. Se contempla la cocina desde la sala y las vistas son magníficas, con el frondoso bosque del valle del Treja cubriendo por completo el paisaje.

Carlo Tonnarini es el dueño y el cocinero de otro de los restaurantes del pequeño pueblo, el Caraponzolo. Tonnarini sostiene que los libros de cocina de hoy día ofenden la habilidad culinaria de nuestras madres y abuelas. Él es partidario de servir platos con “el verdadero sabor del territorio”, a partir de ingredientes sencillos, frescos y originales. También ofrece un menú que varía según la temporada porque “cada producto nace en una determinada época del año”, dice. En su carta no hay alimentos fritos ni productos congelados, todo viene directamente de la naturaleza.

La magia de este poblado es que está atrapado en la Edad Media. Sus casas, con fachadas antiguas, son totalmente habitables. Si se busca es una estancia de fin de semana, también existe la posibilidad de alquilarlas. Cada una de ellas guarda un encanto particular. Si el visitante, en cambio, prefiere alojarse en un coqueto hostal y además es un amante de los cuentos de hadas, la mejor elección es reservar una habitación en L’Isola Che Non C’Era (La Isla de Nunca Jamás), un pequeño hostal propiedad de la pintora Fiorenza Cafa. Hay solo tres habitaciones y cada una está ambientada en un cuento diferente, como Peter Pan o La Reina de las Nieves.

Si por el contrario, lo que se busca es una escapada romántica, la recomendación adecuada es la Casa Nanu, una vivienda labrada en la roca rodeada de colinas y alejada de las calles que recorren los turistas y los habitantes del pueblo. 

No se puede abandonar Calcata sin haber paseado por el Parque Regional del Valle del Treja, un espacio natural que abarca más de mil hectáreas. Los árboles, el río y el camino se fusionan en armonía creando una atmósfera donde el silencio y la calma son los protagonistas. El valle se puede recorrer a pie, a caballo o en bicicleta, dando un paseo ligero o uno más largo de hasta 15 kilómetros.

Para llegar, se parte de Roma hacia el norte, por la Vía Flaminia o SS3 hasta la localidadde Rignano Flaminio y desde allí hacia el oeste por la SP79, apenas unos pocos kilómetros.