TENSION EN PORTUGAL
Eran tiempos que no existía el GPS y todas las rutas se guiaban por mapas, carteles de señalización, cartas de ciudades…y si el idioma lo permitía, alguna que otra consulta a los parroquianos.
Nos ocurrió en Portugal, traspasando la frontera española, desde Cáceres por Alcántara y entrando a las portuguesas Sierras de Mamede, hacia Tomar, Fátima y luego Lisboa.
La Ruta N118 no es muy transitada y tampoco de primer nivel. Por otro lado, siendo los paisajes tan hermosos, en algún momento del camino, entre Marvào y Castelo de Vida y al pasar por otras localidades, perdí el rumbo y no supe cómo continuar. Al no ver señalización alguna, le pregunté a un joven que a bordo de un camión casi destartalado, llevaba fajas de alcornoques y en su media lengua nos dijo que lo siguiéramos para alcanzar la ruta.
Sin dudar le obedecimos e hicimos algunos kilómetros atrás de su vehículo, pero cuando el camino se internaba en un bosque y no pasaban otros autos, mis hijas (que me acompañaban en la parte trasera del auto), empezaron a dudar del hombre y adivinaron malas intenciones.
Ahí no más, pegué la vuelta y tras otras consultas, pudimos llegar a destino. El camino primero, guiado por el muchacho de los corchos, no era para nada el correcto y nos llevaba a otro lugar desconocido.
Moraleja: Si bien son tiempos pasados y hoy nos guiamos tecnológicamente, no siempre es bueno fiarse de la gente del lugar…