TENSION EN PARIS

Relacionado con lo que nos ocurrió en Madrid, la inseguridad es moneda corriente en casi todos los países del mundo y se acentúa en las grandes ciudades, especialmente latinas y con gran afluencia de turistas extranjeros…. Aunque existen lugares y personas, que son la contracara de lo afirmado y que detallo más adelante.

Estando en la Ciudad Luz, fuimos a Misa y sentados en el banco para orar o en la fila para tomar la Comunión (aún no estamos en claro) sigilosamente y sin percibir ningún movimiento, ni tirón alguno, a mi esposa le robaron del bolso que colgaba del hombro, los pasaportes y algo de plata.

Además del disgusto, perdimos dos o tres mañanas tramitando un nuevo documento en el Consulado o Embajada de mi país y asunto terminado. En la calle, en un parque o en el templo, siempre habrá lugar para los malhechores, pero uno debe estar atento y al cuidado permanente de sus pertenencias y seguridad.

Contrariamente a estos actos vandálicos, ocurren otros que devuelve la confianza al ser humano. En Zagreb, terminando de cenar y entrada la noche, nos retiramos rumbo al hotel en una calle casi desierta. Nos sorprendió el ruido de una persona que corría a nuestro encuentro y nos puso en sobre aviso. Al acercarse agitada, vimos que era la moza del restaurante que aceleró más de tres cuadras para acercarnos la cámara de fotos, que dejamos colgada en el respaldo de la silla y además no quiso recibir ninguna propina de agradecimiento.

Otra anécdota. En la Isla de los Museos de Berlín, fui al baño y dejé sobre una repisa, un bolso de compras, con regalos, libros y los tickes diarios para visitar otros museos. Pasada tres o cuatro horas, nos percatamos del olvido y regresé al lugar, convencido que ya era tarde para recuperar mis pertenencias…. Pero no fue así. Allí estaba a la vista de miles de hombres que pasaron por el mismo lugar y nadie atinó a llevarse algo que no era suyo….

Tengo muchas otras anécdotas de este estilo, tan positivas y amables, provenientes  de una cultura mejorada.